Miguel Ángel Pierri, el abogado que representaba al ex comisario Walter Maciel, detenido por el caso de la desaparición de Loan Danilo Peña, renunció a la defensa. También lo hizo Ricardo Osuna, quien era el letrado del tío del niño, Antonio Benítez.
Este último pidió ser representado por un defensor público, mientras que Maciel contratará el asesoramiento de Richard Vallejos, un letrado de la ciudad de Corrientes.
Los detalles de la desvinculación de Osuna no trascendieron; sin embargo, -según pudo saber Infobae- Pierri tomó la decisión porque el detenido jamás le pagó un honorario.
En el escrito que le llegó a la jueza Cristina Pozzer Penzo, Pierri alegó que la falta de cumplimiento en el acuerdo de honorarios ha hecho insostenible continuar con su labor profesional, pese a lo cual realizaron un “trabajo mayúsculo” en defensa del acusado.
Además, se conoció que Maciel quería demandar a cuatro periodistas por ciertas expresiones que “no configuraban los delitos de calumnias e injurias”, según contaron quienes conocen la trastienda del alejamiento de Pierri, por lo que el abogado le habría recomendado contratar a otro profesional porque su estudio se centra solo en lo penal.
Por lo pronto, este viernes Maciel tiene una audiencia en la Cámara Federal De Corrientes porque fue apelado la prisión domiciliaria denegada por la jueza de la causa. Este lunes por la mañana, cuando se comunicó el socio de Pierri con el ex comisario para comunicarle la decisión de dar un paso al costado, el detenido le pidió que lo esperaba. Lo cierto es que la situación es irreversible.
La última vez que Maciel estuvo ante la jueza Pozzer Penzo fue cuando pidió ampliar su indagatoria, a fines de julio pasado, con la promesa de aportar datos claves a la causa por la sustracción y el ocultamiento de Loan. Buscaba conseguir beneficios como colaborador.
Sin embargo, no aportó nada nuevo. “Habló de una cámara que ya había sido mencionada por una vecina, donde se ve pasar una camioneta blanca, pero solo eso. Se pedirá para corroborar”, ampliaron por entonces las fuentes del caso. Y agregaron: “Todo lo que dijo sobre Laudelina en el marco del hallazgo del botín ya estaba claro”.
Fue en ese contexto que Maciel manifestó su miedo de volver a la cárcel: “Temo que me maten porque soy funcionario hace 25 años y sé cómo se manejan las reglas carcelarias. Me siento totalmente juzgado por una condena social. Me rehúso y me niego a volver a un servicio penitenciario. Me torturaron 15 días seguidos. Me siento cuidado en mi provincia. Soy imputado colaborador”. Algo que finalmente no consiguió.